El proyecto consistió en la mejora de todas las patologías descritas con el objetivo de obtener una Piscina Sana con menor expensa y una mejor calidad ambiental y funcional. Para ello se deja atrás el concepto de caja de vidrio y se concibió un edificio con paredes de ladrillo en las cuatro esquinas y un friso de madera reduciendo un 50% la superficie de vidrio. Con este gesto se consiguieron dos grandes cristaleras a este/oeste coincidentes con la zona de la piscina y con la parte móvil de la cubierta obteniendo una gran relación visual y funcional interior/exterior. En los extremos norte /sur las paredes de ladrillo forman dos ábsides más cerrados i protegidos. Se aprovechan las paredes de ladrillo de las cuatro esquinas para situar las rejas de retorno del aire mediante una gran celosía de madera. La jerarquización de los espacios y el uso de materiales cálidos representaron una mejora muy notable en la cualidad ambiental interior. Finalmente en todo el perímetro se construyó un cajón de madera para permitir y ocultar el paso de las instalaciones, situar las rejas de impulsión de aire en los cristales y disminuir la altura de las ventanas.