Edificio de nueva planta ubicado en el área dotacional deportiva junto al puerto pesquero del municipio de Colindres. Se trata de un edificio compacto con una cubierta singular sinuosa que emula el movimiento de las montañas que rodean el emplazamiento. Se trata de un edificio de uso deportivo con tres plantas de altura que incorpora una gran zona de aguas (con vaso principal de natación de ocho carriles, vaso de enseñanza y dos centros de sauna con vaso de hidromasaje), un gimnasio para actividades dirigidas y un centro de fitness. Todo ello acompañado por los servicios y áreas técnicas necesarias.

El diseño atiende rigurosamente a la configuración tipológica clásica de este equipamiento, entendiendo que tal disposición representa la mejor garantía de funcionalidad para el proyecto. La sala de aguas y los vestuarios se sitúan en la planta 1a, la galería técnica, el fitness y el bar en la planta baja y el gimnasio para actividades dirigidas, la grada y la administración en la planta 2ª. Se propone una composición compacta que recoge en su planimetría y en su estructura las directrices principales del entorno, la de la avenida del Haillan (calle de acceso) y la de los edificios existentes en el área dotacional. Su planta acepta la directriz Haillan sobre la cual alinea su fachada más pública y sigue, en las otras orientaciones, los ejes comunes de los pabellones y del frontón. De ello resulta una planta rectangular con un lado en falsa escuadra que optimiza el área interior del equipamiento en relación con la ocupación del solar.

Esta planimetría forma un prisma de tres plantas de altura -con fachadas planas y verticales- que proporciona una base de suporte regular para la cubierta singular que lo cubre. Fue deseo de la propiedad dotar el edificio de una cubierta expresiva que pudiera hablar con su forma del contenido interior y de su uso. Nuestra cubierta acepta la forma natural y económica en esta tipología -una dos-aguas asimétrica, con faldón largo sobre los vasos y faldón menor sobre vestuarios- pero la materializa descomponiendo cada plano inclinado en una multitud de facetas, cada una con su pendiente propia. La superficie vibrátil resultante persigue dar una representación geometrizada y abstracta del movimiento del oleaje marino.